Abismal Diferencia
Y el sectarismo por supuesto ya es el sello del tiempo de Verónica y David (así en ese orden) porque transcurre el tiempo con un "gobierno" que no tiende puentes.
MIENTRAS en el círculo de David Monreal encabezado por Verónica Díaz, siguen ganándose rechazo al estar enclaustrados negándose a entender que la política pasa necesariamente por el diálogo y los consensos, se presentan otros rostros que siguen haciendo la diferencia como ocurre con Saúl.
LA POLARIZACIÓN llegó con López Obrador y en Zacatecas tenemos un imitador al que le falta el carisma y el liderazgo del personaje, recogiendo rechiflas como la que le propinaron en la clausura del espléndido evento que fue, sin duda, el Congreso Charro.
Y EL SECTARISMO por supuesto ya es el sello del tiempo de Verónica y David (así en ese orden) porque transcurre el tiempo con un "gobierno" que no tiende puentes, que agrede a periodistas, que no articula un trabajo razonable y que mueve a funcionarios y diputados sin criterio propio.
SE VIVEN en territorio estatal situaciones extremas en la lucha por el control que protagonizan bandas delictivas con escenas que ni Dante imaginó si pensamos en el perro llevando en sus fauces una cabeza humana, sin que las autoridades dan pasos hacia la búsqueda de un mínimo nivel de unidad para enfrentar el reto.
EN ZACATECAS se escriben esta clase de historias y al mismo tiempo se proyectan imágenes de un gobernador mezclado con caballos, sin portar con elegancia el traje charro y sin entender lo que esto provoca. Hace falta Buñuel para presentar todo en una película surrealista.
FIGURAS y actores políticos se pierden entre esta vorágine de acontecimientos impensables pero uno, que también lleva el apellido se distingue para bien respecto a su hermano gobernador y sortea los obstáculos que le presenta la circunstancia de su hermano senador.
COMO un buen profesional de la política el alcalde de Fresnillo no solamente sigue ileso -en toda la extensión de la palabra si pensamos que gobierna El Mineral- sino que avanza en una suerte de liderazgo que aglutina voluntades y que sorprende por su capacidad de hacer vínculos por demás interesantes.
SAÚL Y ENRIQUE Flores, dirigente estatal del PRI, se reunieron en Pinos con varios integrantes de ese partido con motivo de alguna celebración de cumpleaños de la que surgieron fotografías donde el cachorro destaca desafiando a los sectarios y demostrando que es posible convivir y coincidir.
REIVINDICAN los concurrentes a ese encuentro una cuestión que incluso me resulta vanguardista en el tiempo de la polarización y de cara a la pluralidad que exige voluntades para romper inercias y entrar en una etapa donde idealmente debería ser posible abonar a la unidad.
LA CIVILIDAD es un desafío para quienes se desenvuelven en la actividad política que vive la más profunda crisis que hayamos tenido en mucho tiempo. Desde luego no planteo escenarios ingenuos y no pierdo de vista las aspiraciones de menor del clan y surge la suspicacia, claro. Eso me gusta.
Y LA APERTURA como bien lo comunicó Saúl en el siempre intenso programa de la admirable Verónica Trujillo, corresponde a la búsqueda de la reconciliación que, en efecto, debería ser nacional pero que comienza con pasos como los suyos al consolidar esa abismal diferencia entre él y su hermano David.