Agredida
LOS GOLPES que alguien le propinó a un muchacho en Tlaltenango mientras se realizaba un acto de campaña con participación de diez candidatos, se los han endosado de manera totalmente injusta a Claudia Anaya Mota que formaba parte del presídium en el evento.
A UN JOVEN que ella recuerda como alguien que mostraba una medalla deportiva, lo agredieron, sí, pero también están agrediéndola a ella que por su condición ni alcanzaba a ver lo que ocurría ni tiene que ser señalada en otra nueva guerra sucia.
SON TAMBIÉN morenistas los que se abocaron de inmediato a exhibirla y como respuesta Anaya lamentó la polarización política en que todos estamos inmersos y que impide que un mitin pueda realizarse con razonable naturalidad como ocurrió en este caso.
A LA CANDIDATA a senadora de la coalición Fuerza y Corazón por México la han señalado con dedo acusador porque no intervino, dicen, en la trifulca ¡Por favor! Ella ni alcanzó a ver qué estaba sucediendo ni tenía el control de la reunión masiva.
CLAUDIA ANAYA demanda enérgicamente que quien gobierna el estado genere las condiciones de seguridad para llevar la contienda electoral en calma y en paz. Yo agrego que situaciones como esta no pueden ni deben usarse con mala fe y especialmente contra una mujer.
ES CORRECTO su posicionamiento en el sentido de que si hubo golpes entre los involucrados se interpongan las denuncias correspondientes contra quien resulte responsable y cuestionó a los que incluso hablaron de la desaparición del agredido.
RECLAMAR los hechos a la candidata es una estrategia agresiva que incluso podría asumirse como violencia política en razón de género además de lo alarmante que resulta que alguien hable de que el joven desapareció como ocurre en medios afines al gobierno de David.
CONDICIONES de seguridad es lo que debieran estar atendiendo quienes usan a sus incondicionales para difundir información tendenciosa con el claro propósito de perjudicar a Claudia que por supuesto manifestó su preocupación y su deseo de que el muchacho se encuentre bien.
PARA un estado donde tenemos tres desaparecidos diarias en promedio, es triste "juguetear" con la idea de que este sea otro caso y hacerlo, además, con fines electorales. Esto pinta de cuerpo completo el nivel de los adversarios morenistas y quienes están a su servicio como lo vemos sobre todo en redes sociales.
LA CAMPAÑA de suyo representa un reto para quienes se han postulado a distintos puestos de elección popular como para agregarle esta clase de ingredientes tan deleznables. Usar el tema de las desapariciones, en efecto lastima a quien sufre el problema.
EN ZACATECAS desde la campaña de David Monreal vimos cuestiones desagradables, que él y su compadre cantante de la banda Jerez protagonizaron y es casi utópico pensar que exista sensibilidad para otorgarle otro rostro a este proceso. Lamentable.