Ante el Covid
EL DESPRECIO que desde el primer día en que asumió la gubernatura manifestó David Monreal por los trabajadores del gobierno del estado, influirá seguramente en los criterios para tratar el problema grave que representa en este momento el COVID-19.
A LA BUROCRACIA habría que estarla considerando como universo especialmente susceptible de contagio tomando en cuenta que en las oficinas se concentran muchas personas. Las medidas deben ser similares a las establecidas por la LXIV Legislatura del Estado.
IMPIDE en gran medida el escalonamiento establecido en el Congreso Estatal poner en riesgo a zacatecanos que acuden a laborar, de ahí que tras el periodo vacacional, el personal se esté reintegrando de manera gradual. Nada de esto ocurre en el gobierno estatal.
SEGURAMENTE no existe esta visión por el sentimiento mismo de quien concentra todo y que impide que los funcionarios salgan a la opinión pública para cumplir con la obligación de informar y en este caso recomendar acciones especiales y establecer una campaña emergente.
ORGANIZAR estrategias ante un tema tan sensible como este sería lo mínimo que podría hacer la autoridad responsable, sin embargo prevalece una manera de actuar que exhibe no sólo incapacidad, sino falta de voluntad para responder al problema de salud que sorprendió con la entrada del año.
UN OPERATIVO que comience por la propia administración pública y que incluya de manera especial a los planteles educativos urge en Zacatecas, sin embargo el transcurrir de los días no le ha dado a la gobernanza un poco de inteligencia para actuar conforme a su altísimo compromiso.
PARA AFRONTAR los contagios que superaron en mucho al mayor porcentaje registrado en el sexenio pasado, tendríamos que estar viendo a un equipo cohesionado, serio, convincente y acertado, pero no vemos absolutamente nada y eso resulta desconcertante por decir lo menos.
EL REBROTE de Covid 19 que es lo único en que la gobernanza ha superado a su antecesor, no puede manejarse con la indolencia que estamos viendo. La variante de Ómicron (Akron para David Monreal) es tema serio por el alto nivel de contagio que representa y sin embargo prevalece el silencio.
TAN SERIO es el problema que puede saturar hospitales y hasta este momento -a menos que me encuentre al margen de información oficial-, nadie ha dicho cómo anda la capacidad y de qué manera se ha preparado el gobierno para afrontar cualquier circunstancia.
NADA DICE un secretario del área que debe situarse ahora mismo en primer plano. La absurda indicación de mantenerse ocultos como seres misteriosos incapaces de pensar o de hablar, insisto, es un asunto que ya debe generar reacciones porque los entes públicos están obligados a rendir cuentas.
EL RESPONSABLE es un funcionario (cuyo nombre ni siquiera recuerdo) y quien define la política estatal es David Monreal que se ha limitado a decir por ahí que ya giró las respectivas instrucciones quien sabe de qué porque no vemos nada que nos otorgue alguna tranquilidad. Está claro: vamos de mal en peor.