Bomba de Tiempo
LA SITUACIÓN del Issstezac es indiscutiblemente grave. El lunes constaté, en el programa "Diálogos" el descontento y la confusión prevalecientes al menos en un sector de trabajadores que rechazan tajantemente la que denominan "Ley Tello" exigiendo que rueden cabezas con un profundo resentimiento.
DEL ISSSTEZ a estas alturas, ya nadie tiene claro qué fue exactamente lo que pasó y el recurso más accesible para el desahogo es atacar tanto al gobernador del estado como al director del Instituto condenándolos y adjetivando su desempeño con toda clase de insultos.
ES INCONCEBIBLE, en efecto, que las cosas llegaran al nivel en que se encuentran y aunque sea lógico que prevalezcan el rumor y el coraje como una reacción lógica, la triste verdad es que se requieren soluciones urgentes.
SIN EMBARGO el descontento no admite los términos de la reforma presentada por este gobierno y en ese caso será necesario encontrar alguna ruta en la que se alcancen acuerdos que permitan rescatar la institución con el menor daño posible a los trabajadores que, efectivamente, no deben cubrir errores de otros.
RECREARSE todo el tiempo en la condena y la recriminación, sin embargo tampoco ayuda. ¿O será recomendable conformar un tribunal que reparta culpas a muchísimos personajes que contribuyeron a la ruina? Sólo serviría para exhibirlos porque para la mayoría ya prescribió la responsabilidad en términos legales.
EN EL PASADO y hasta este momento el Instituto ha tenido una junta directiva y una comisión de vigilancia en la que invariablemente han participado los contralores o secretarios de la función pública en turno que han aportado su propia cuota de negligencia sin corregir errores evidentes.
NO SIRVE de nada ni tampoco es justo cargarle todas las culpas al director, Marco Vinicio Flores Guerrero y si la "Ley Tello" como la llaman es tan mala, justo ahora se discute en la Legislatura y es el momento de revisarla, corregirla, enriquecerla, o lo que proceda por el bien de los trabajadores.
URGEN ahora mismo la inteligencia, el sentido común y la voluntad política para lograr un cambio al nivel del reto. Hacerlo implica una enorme capacidad resolutiva.
DECISIONES más que recriminaciones se requieren y no se pueden evadir más. Se ha anunciado un período extraordinario de sesiones y se presume que será para aprobar la reforma. Comparto las opiniones en el sentido de que los diputados deben revisar el respectivo dictamen. Su compromiso es serio y es momento de acreditar que tienen capacidad para actuar correctamente.
CON GRAN valor pero sobre todo con una conciencia clara de lo que van a hacer, los legisladores deben afrontar el momento histórico que les toca vivir. Supongo que lo están entendiendo y que estarán a la altura de la circunstancia.
RESPONSABILIDAD de todos es lo que urge ahora mismo. A quienes les toca la explosión de una bomba de tiempo ya no tienen la posibilidad de lanzarla al vacío porque la situación llegó a su límite.