Comparecencias
HASTA DÓNDE es posible que las fiscalías actúen con total independencia del ejecutivo es una cuestión de respuesta generalmente negativa ante las evidencias de actos impunes y temas pendientes que afloran en las comparecencias en el Congreso del Estado.
PUEDEN los legisladores presentar sus más apasionados discursos desde la tribuna y sin embargo jamás encontrarán respuestas suficientes cuando las cifras y los hechos contradicen la pieza oratoria de quien literalmente es colocado en el banquillo de los acusados.
LOS FISCALES viven tiempos sumamente difíciles con presiones de gobernadores, legisladores y sociedad. Su papel es de alta complejidad agudizada en el que ya es el sexenio más sangriento de la historia reciente del país y seguramente del estado.
MANTENER una imagen y una percepción positiva es imposible sobre todo cuando existen casos que propician cuestionamientos totalmente lógicos como ocurre con los prófugos Julio César Chávez y su esposa, lo que volvió a escucharse desde el legislativo.
LA AUTONOMÍA de la Fiscalía queda inevitablemente atrapada en la realidad que ofrece el tiempo transcurrido sin otorgar resultados en la búsqueda del presunto homicida lo que sugiere protección mientras el grupo político del ex alcalde sigue dominando en Guadalupe.
EN ZACATECAS la justicia es una quimera y una suerte de burla. Algunos diputados dieron a conocer altísimos porcentajes de impunidad y si bien Cristian Camacho Osnaya, asumió su responsabilidad como fiscal hace muy poco, ya comienza su desgaste.
LAS PRESIONES lo alcanzan de manera lógica y el señalamiento que para mí resulta sobresaliente corresponde al de la panista María del Mar de Ávila: al conminarlo a materializar su autonomía e independencia. Ese es el punto medular de su compromiso con el estado.
EXISTEN tempranos elementos para presumir que la Fiscalía podría convertirse en un instrumento del poder político sometido "ante quienes tienen sumido a Zacatecas en un marasmo de impunidad e indiferencia, que diariamente enluta a las y los zacatecanos ante un cinismo insultante de quienes dicen conducir las instituciones del Estado", como lo señaló María del Mar de Ávila.
POR ESO al caso Julio Chávez se sumó el de la represión del pasado 8 de marzo como uno de los asuntos más sensibles y pendientes respecto al cual es inevitable señalar el trato preferencial para personajes del gabinete gubernamental mientras se manipulan declaraciones de policías contra las manifestantes.
LA IMPUNIDAD es la gran asignatura pendiente y bien lo dijo la legisladora como portavoz de una ciudadanía que exige precisamente no dejar impune lo que fue un atropello a los derechos de las mujeres víctimas con actos de violencia y mal manejo de situación que no se veían en Zacatecas.
ES ALTA la responsabilidad del Fiscal y es factible que se legitime al darle a los zacatecanos los resultados que esperan y a los que tienen derecho. Por su parte los diputados no son precisamente el ejemplo del cumplimiento pleno de su deber. Deberían comparecer también y ante un pleno ciudadano.