El Mejor
DIFÍCIL sin lugar a dudas para el Secretario de Finanzas compaginar el interés legítimo de quienes reclaman más presupuesto -especialmente en el tema de la impartición de justicia y la seguridad pública- y la determinación de su jefe inmediato -y quien lo asesora- respecto a la distribución del recurso público.
EL PAPEL de este funcionario que ha sido y es un pilar para sostener a lo que se llama gobernanza, ha resultado indiscutiblemente un reto extraordinario porque ha sido capaz de sostener las finanzas sanas sin adquirir más deuda. Por supuesto no es asunto menor.
DE RICARDO Olivares advertí desde que se vivieron momentos complejos al arranque de este gobierno, un perfil valioso en medio del caos diferenciándose del equipo de incondicionales que rodean -más como comparsa- a quien representa el Poder Ejecutivo.
OLIVARES dio cátedra de política y apertura para el diálogo en la pasada glosa del primer informe de gobierno obteniendo el reconocimiento aún de los legisladores más críticos y observadores que seguimos el curso de la vida pública y que sabemos distinguir muy bien a los profesionales de los improvisados.
PERO el secretario naturalmente no se manda solo y ahora se encuentra de nuevo en el ojo del huracán al ser quien da la cara en el tema del Paquete Económico 2023 basado en un presupuesto de egresos por el orden de los 36 mil 812 millones de pesos.
ES UN desafío convencer a los legisladores de la pertinencia de otorgar (en números cerrados) 25 mil millones al Ejecutivo; 605 millones al Poder Judicial; 430 millones al Legislativo; 6 mil 461 millones a los municipios y 3 mil millones a los organismos autónomos.
HOMBRE con visión clara de la conciliación para conjuntar voluntades, Olivares expuso que el 40 por ciento del incremento presupuestal va a municipios, se destinan más de 300 millones a seguridad y se presenta un incremento precisamente a todos los entes autónomos.
CON CAPACIDAD para explicar puntualmente la propuesta, Ricardo Olivares compareció en la LXIV Legislatura y defendió los planteamientos surgidos del Ejecutivo donde, sin temor a equivocarme, él mismo debió pasar por un primer tamiz para llegar al mayor equilibrio posible con la noción de gobernabilidad.
ÚNICO en la pulcritud y la precisión con que otorga lecciones, Olivares respondió con el nivel profesional que lo caracteriza, las preguntas mayoritariamente ociosas de un puñado de interlocutores que se encuentran tan o más desprestigiados que el propio gobernador: los diputados.
VALIOSO como insisto en calificarlo, el Secretario de Finanzas se ubica ahora mismo en un momento complejo y su jefe debe valorarlo porque hasta ahora, reitero, ha sido el colaborador más eficaz de los que lo rodean para bien de nuestro querida tierra.
EN EL GABINETE trascienden por su pésimo nivel la mayoría de personajes sin carácter ni valor para entender la importancia de sus encargos. Ricardo Olivares es la excepción y siempre pugnaré por que así sea reconocido y valorado. Lo necesitamos en Zacatecas.