Engañando

Del gobierno lo menos que podemos esperar es que administre adecuadamente los recursos. Hacerlo es una obligación y de ninguna manera un acto heroico.

Engañando

DESEANDO que se produzca en Zacatecas al menos una acción que distinga a la gobernanza y los espejitos que intercambió por los votos que se tradujeron en un tiempo desconcertante, pensé ingenuamente que la reciente reunión con alcaldes significaría por fin algo medianamente importante.

TODOS queremos que a nuestra tierra le vaya bien. Sé perfectamente que nunca fui tan crítica como ahora y soy consciente de que mis opiniones se concentran demasiado en la inacción gubernamental, pero no puedo evitarlo y hasta ahora las excepciones han sido mínimas.

LOS DÍAS transcurren deprisa. Pronto habremos llegado al primer semestre de este período con muchos más desaciertos que tinos y con demasiados heridos en un camino que transitamos con indignación por todo lo que estamos viendo y viviendo.

ENCONTRAR voluntad política, que es lo mínimo por manifestar de parte de cualquier gobierno, se ha convertido en una quimera y si bien el relevo trae consigo ajustes naturales, lo cierto es que en esta ocasión se han rebasado los límites con situaciones y problemas extremadamente serios y desalentadores.

UNA ACCIÓN publicitada con bombo y platillo como el gran acierto sin precedente en Zacatecas y que se refiere al anuncio de la distribución de recursos ya designados por la federación, constituye un nuevo insulto a la inteligencia ciudadana.

ESPECIAL hubiera sido que se destinarán recursos extraordinarios de parte del gobierno estatal. Si fuera el caso, estaría expresando aquí un punto de vista favorable. Distribuir los dineros que ordinariamente le corresponden a las localidades no tiene el gran mérito que se difundió.

DE PARTE del gobierno estatal únicamente se ofreció un monto de 500 millones de pesos a utilizar mediante un esquema de colaboración con municipios y eso no tiene el gran acierto que se intentó proyectar mañosamente por parte de una Coordinación de Comunicación Social abusiva y pérdida.

DEL GOBIERNO lo menos que podemos esperar es que administre adecuadamente los recursos. Hacerlo es una obligación y de ninguna manera un acto heroico. El exceso por parte del área responsable de informar se suma a la irresponsabilidad de la gobernanza.

LA REALIDAD es tan obvia que uno se pregunta bajo qué lógica se mueven desde un "gobierno" que ni siquiera dice la verdad. El recurso anunciado igual se entregó en el quinquenio pasado sólo que Verónica Díaz no le daba su lugar al gobernador y esta vez lo acomoda como el gran benefactor.

SUPERA toda posibilidad de ser honestos el hecho de "darle atole con el dedo", (lamento la expresión), a los alcaldes y a sus municipios ¿Pensarán si es que piensan los integrantes del equipo gubernamental que no nos damos cuenta? Es el colmo.

TODO lo que se realice para un lucimiento que al final de cuentas ni siquiera se logra, sólo le abona al mayor desprestigio de un sexenio que sigue lastimando a los zacatecanos mientras escuchamos discursos vagos, incongruentes y cantinflescos.