Especulación

ME PREGUNTO si tiene caso barajear nombres de aspirantes a los puestos de elección popular en un proceso que se anticipó sobradamente para distraernos de los graves problemas nacionales y estatales. El tema suele fascinar al que llamamos "círculo rojo" pero no veo mayor interés de la ciudadanía.

DE QUÉ SIRVE la especulación con estos contenidos cuando seguimos hundiéndonos en una extrema crisis expresada en múltiples sentidos ¿Qué aportamos más allá de visibilizar a algunos personajes desesperados por ser mencionados?

FUTUREAR definitivamente no es lo mío, como se estarán dando cuenta, y menos cuando varios "políticos", se están moviendo bajo esa lógica a pesar de lo poco o nada que le han aportado a Zacatecas y la suya es una imagen decadente, y como ejemplo existen varios legisladores.

CUANDO leo que algún funcionario o diputado ya se enfoca en candidaturas me siento seriamente indignada, tal vez porque en mi trinchera periodística y de comunicación de tantos años, ocurría que las designaciones se otorgaban en base a trayectorias y no por triquiñuelas tan descaradas como las actuales.

ESTÁ CLARO que a mayor desinterés ciudadano más rapiña política y más posibilidades de seguir lucrando para quienes entienden y asumen el poder como botín personal y de camarillas que se reparten espacios entre impresentables de su misma calaña.

EL DETERIORO está a la vista como sus protagonistas. Son muy pocos los que exhiben el nivel que nos urge para rescatar al estado de la desgracia a la que nosotros mismos lo llevamos. El reto tendría que ser despertar a la población para que reaccione.

LA DESILUSIÓN general acentúa el desinterés; por eso creo que antes de pensar en caballadas gordas o flacas debemos ponderar el potencial de aspirantes basado en sus perfiles y sus resultados. Ese tendría que ser el enfoque para que las decisiones se tomen con otros raseros.

EL HARTAZGO se presenta como el gran obstáculo para impulsar a los más aptos porque la gente no muestra interés, insisto, exceptuando a los que nos leemos, nos escuchamos o nos movemos en un pequeño universo de cuyo impacto tengo serias dudas.

SIGO indiscutiblemente afectada por la espiral descendente en que fue cayendo la vida pública con el arribo de personas carentes de valores, ideales y compromiso Las excepciones son mínimas y posiblemente las podamos identificar. El problema es que en política no están los que saben, sino los que caben.

PESIMISTA como es evidente, me sorprenden los nombres que algunos colegas incluyen en sus pronósticos, especialmente cuando se refieren a quienes se mueven en busca de diputaciones locales y alcaldías que han avanzado mediante el servilismo ante liderazgos tan patéticos como ellos.

QUE PENA haber llegado a este momento lamentable. Deberíamos estar centrados en cuestiones más urgentes; en estos últimos días he reflexionado seriamente en que no reaccionamos aunque nuestra querida tierra siga cayendo al abismo para ventaja de los vividores de la política.