Gratitud

EN EFECTO hace mucho tiempo que Ricardo Monreal Ávila debió decirle a don José Bonilla Robles lo que representó en su vida como un auténtico benefactor que hizo posible que el entonces joven abogado que comenzaba a construir su futuro, lograra salir adelante con el apoyo encomiable de su paisano Pepe.

RICARDO cubrió la asignatura pendiente desde el Senado de la República y eso le otorga al momento un timbre muy particular. Nunca es tarde para darle vida a la hermosa afirmación que establece, "la gratitud es la memoria del corazón", y me siento sumamente conmovida por el hecho y por ambos protagonistas.

LE DEBÍA quien hoy aspira a ser presidente de la República y está conociendo de ingratitudes, esas palabras a un hombre que ha combinado política y empresa con la solidaridad humana a cambio de nada, sólo por convicción personal y por la hombría de bien que distingue a mi queridísimo Pepe.

UN RECONOCIMIENTO así enaltece también a Ricardo. Tengo el privilegio de pertenecer al grupo B.15 y de mantener cercanía con la familia Bonilla y siempre supe de ese vacío que el doctor de una u otra manera había profundizado. La deuda quedó saldada.

A PEPE BONILLA mucha gente le debe algo. A su casa ubicada en el centro de Fresnillo llega siempre alguien en busca de una ayuda que regularmente encuentra y han llegado también aspirantes a gobernador y a puestos de elección popular a recibir el consejo sabio de este hombre excepcional.

LO HIZO TARDE Ricardo pero lo hizo con estas palabras que cito textuales: "…Hace muchos años estudié aquí el posgrado… Me vine becado, salí de abogado de Zacatecas y traía sólo un beliz de lámina color azul con tres cambios a estudiar en la UNAM y un paisano mío, Pepe Bonilla me ayudó a sobrevivir…"

PERO si bien este relato debió ser frecuente por parte de Monreal, dicho hoy en el contexto político nacional y personal del doctor, tiene un mayor peso. Yo que he tratado muy de cerca a los dos personajes me congratulo por el hecho y por el momento en que estrecharon sus manos en tan imponente escenario.

DESDE la evocación de aquellas dos estaciones que el senador escuchaba en su juventud (la XEMA de Pepe y la L de los Torres) hasta el momento íntimo compartido en público, fue maravilloso que resonara el nombre del gran pueblo donde se escribió la historia: Fresnillo, tierra pródiga en talento e inquietudes de hondo calado como las de Pepe y las de Ricardo.

UNA TRIBUNA como la del Senado es la que merecía Bonilla para escuchar esas palabras que sellaron el reconocimiento especial otorgado al grupo B15 en la conmemoración por el centenario de la Radio en México y que deben entenderse como un mensaje muy especial y por qué no muy sincero.

DE RESONANCIA nacional, el espacio es el que corresponde a la estatura de Pepe siempre acompañado por su hija Lidia, una mujer de grandes dotes empresariales. Se cosecha lo que se siembra. Eventualmente se interponen situaciones que en este caso ya quedaron subsanadas.

BIEN HECHO Ricardo y muy bien dicho: "Los Bonilla son gente honorable que siempre ayuda a la comunidad", efectivamente, el reconocimiento debió producirse hace muchos años por su trabajo, esfuerzo, dedicación y su amor a México a pesar de las condiciones difíciles del país"* expresión textual del doctor.