¿Herencia Maldita?
La fragilidad social que se agudiza día con día evidencia un estado fallido ante el cual es muy difícil encontrar justificaciones
EL CASO que ya marcó el inicio de un año sumamente doloroso no sólo para la familia de un pequeño de seis años desaparecido, sino para la sociedad en general que está atrapada, con miedo y muy desilusionada, nos lleva inevitablemente a las autoridades estatales.
TEO ya cumplió veintidós días ausente provocando movilizaciones en Chaparrosa, Villa de Cos y la capital, sin que el gobierno del estado logre trasmitir un mensaje coherente que otorgue algún margen de esperanza. Mostrando, como es habitual, que se encuentra totalmente rebasado.
NOS RECUERDA este nuevo episodio tan sensible, que vivimos en una entidad extremadamente peligrosa y castigada por una política central absolutamente ineficaz con sus abrazos y sus no balazos y un poder ejecutivo estatal incapaz de reaccionar y responder a la altura de las circunstancias.
LA FRAGILIDAD social que se agudiza día con día evidencia un estado fallido ante el cual es muy difícil encontrar justificaciones. Trato de aceptar que la "herencia maldita" es la causante y que un solo individuo no puede cambiar la situación a un escaso año de gobierno, pero no puedo lograrlo.
Y EL DESAMPARO es de tal magnitud que no se cubre con miles de efectivos de la guardia nacional cuya presencia no representa garantía de seguridad si en comunidades como Chaparrosa ocurren eventos de una dimensión inconcebible como la que estamos viendo.
HACIÉNDONOS un fuerte daño y provocando más temor, resulta patético ver a David Monreal ante medios de comunicación -que seguramente no pudo evadir- señalar que alguien ha solicitado ya un monto de rescate para devolver al niño, cosa que la familia ya desmintió con justificada indignación.
EXIGIR respuestas en manifestaciones públicas ha sido la única alternativa para un pueblo agraviado que no se siente representado por un gobernante que da tumbos y no es capaz de trasmitir, insisto, mensajes con algún contenido acorde a su investidura y la obligación que evidentemente no asume.
SUMÁNDONOS a la protesta, los zacatecanos debemos preguntarnos cuánto fallamos en la responsabilidad que es solamente nuestra al momento de elegir a gobernantes que ya en el ejercicio del poder cometen un auténtico fraude de enormes dimensiones.
AL RECLAMO natural debemos agregar ésta obligada reflexión porque los errores se pagan muy caro y en este tiempo mucho más cuando está en juego la vida misma y vemos con asombro infinito la nula capacidad de respuesta de áreas como la Secretarías de Gobierno y de Seguridad Pública.
TRISTE lo que está ocurriendo en Zacatecas pero señaladamente cuando las víctimas son menores de edad. Es insoportable aceptar que nuestros niños ya forman parte de objetivos criminales y que aumenta el número de desaparecidos en edades tempranas y los abatidos por balas perdidas.
TODO lo que opinamos desde espacios como éste parece absolutamente inútil y esto me provoca una enorme frustración. Deseo fervientemente que el pequeño Teo vuelva con vida y hago votos porque nuestras niñas y niños no sean vistos como objetivos de ataque porque no se lo merecen.