Intrascendentes

FIRME como el peor gobernador del país, David Monreal tomó algunas decisiones en la conformación de su gabinete que no resultan esperanzadoras porque si bien los equipos del gobernante son esenciales, no funcionan por sí mismos, se necesita una directriz que en Zacatecas es totalmente fallida.

AL FINAL de cualquier proyecto gubernamental el balance queda centrado en el gobernador y hasta este momento -ya casi un año con ocho meses- Monreal no logra articular un proyecto claro y ni las visitas presidenciales logran impactar en nada el estado de ánimo de los zacatecanos.

EN LAS acciones de gobierno no se advierte un rumbo definido mientras el tiempo corre y siguen presentándose eventos delictivos impactantes como los registrados durante el período vacacional. Afortunadamente no se produjeron cerca del festival cultural que se desarrolló con normalidad.

MEDICIONES como la última de Consulta Mitofski muestran una vez más a David al último lugar en todas las vertientes de análisis y es imposible no considerar el tema de la proyección personal y de equipo como elemento central. El área de comunicación social es visiblemente desastrosa.

DAVID y Andrés volvieron a verse en territorio zacatecano mostrando que existe una relación razonablemente buena. López, como siempre, hizo promesas en las que nadie cree. El planteamiento de Monreal sigue siendo la nómina magisterial resuelto siempre por el secretario de finanzas Ricardo Olivares.

NO LOGRA el gobernador poner en las manos del presidente algún proyecto de hondo calado que le reporte desarrollo a la entidad. Esas visitas presidenciales que deben ser de oportunidad se vuelven rutinarias excepto por las protestas como la que se presentó por parte de personas con familiares desaparecidos.

REMONTAR el rezago en que sigue sumida nuestra querida tierra, amerita una política estatal bien definida, pero David no logra entenderlo y los días transcurren sin presentar estrategia alguna con esa dirección y los temas urgentes se abordan a destiempo como la coordinación con estados vecinos en materia de seguridad.

EL SITIO donde las encuestadoras ubican a Monreal es el correcto. Probablemente él y sus incondicionales lo atribuyen a la percepción por la violencia, pero existen casos de gobernadores que padecen el mismo problema y no se disputan con David este lugar. Las fallas son múltiples.

LOS CAMBIOS en el gabinete fueron básicamente reacomodos en los que no desaparece la influencia de Verónica Díaz. El caso del Secretario General de Gobierno, Rodrigo Reyes, es relevante y existe cierta expectativa en positivo. El tiempo perdido con Gabriela Pinedo es totalmente lamentable.

REALMENTE el mayor acierto lo encontramos en el Secretario de Seguridad, Arturo Medina Mayoral, que ha cambiado notablemente la imagen de esa secretaría, ha otorgado resultados importantes y muestra un rostro diametralmente opuesto a su antecesor cuya presencia fue nociva por otro largo tiempo.

INTRASCENDENTES hasta ahora, sin embargo, los chispazos que se lanzan desde un gobierno estatal que sigue sin pies ni cabeza y que no logra, insisto, mover, aunque sea un poco, las mediciones que siguen demostrándonos el nivel en que nos encontramos. Qué pena.