La Expectativa
Remontar la mediocridad que se encargaron de reforzar los que se han ido, será el primer desafío.
ME PREGUNTO si la LXIV Legislatura del Estado responderá a los intereses de los zacatecanos o de nueva cuenta serán sus integrantes comparsa o sencillamente figuras decorativas incapaces de abordar los grandes temas que aquejan a nuestra querida tierra.
SI LOS davidistas comienzan con las mismas y enormes torpezas de sus antecesores, estaremos ante un panorama desalentador. Desde antes de su arribo al Congreso del Estado dieron muestra de una conducción cerrada y carente del más mínimo oficio político. El caso Laviada es elocuente.
NUEVOS rostros y otros que ya conocemos, aparecieron en fotografías festivas con presencia de personajes que ya anticipan el rol que seguirán jugando como Verónica Díaz.
LEGISLADORES y legisladoras tienen como cuestión urgente la reforma a la ley del Issstezac y quizá pronto veremos sus primeras exhibiciones en espacios cerrados y custodiados para golpear a los afiliados al Instituto. Esperemos que no sea así.
PODRÁN hacer un trabajo digno si entienden realmente para qué llegan a ocupar una curul. Mucho le recomiendo el programa Diálogos con la diputada Alma Dávila que en pocos minutos nos presentó el panorama que prevaleció en la LXIII Legislatura con diputados evasivos que no estuvieron a la altura de sus retos.
REMONTAR la mediocridad que se encargaron de reforzar los que se han ido, será el primer desafío. A la mayoría no los conozco ni encuentro sus méritos o algún testimonio de sus capacidades, exceptuando a Enrique Laviada que confirmó lo que esperábamos al declararse independiente.
LA PÉSIMA actuación de las y los legisladores, insisto, hace muchísimo tiempo que permanece intacta por un desempeño en el que trascienden más las torpezas y la pérdida de un tiempo que ya no puede volver, salvo honrosas excepciones, naturalmente.
IMAGEN deteriorada como nunca la que nos dejaron especialmente los davidistas que en el último momento acentuaron la falta de oficio político y sembraron el peor de los ambientes. Tienen la suerte de la corta memoria de la gente, de lo contrario, sus nombres y su desempeño se recordaría de manera permanente.
DE SUS prioridades, en el caso de los que llegan, nos darán cuenta en el momento en que se pongan a trabajar. Insisto en los ya conocidos que sencillamente llenarán el hueco como lo hicieron en los últimos tres años. Que desalentador.
ANTECESORES no sólo de la LXIII, sino de pasadas legislaturas han convertido el ejercicio legislativo en un escaparate para proyecciones personales y muchos intereses que no son los de la población. No encuentro motivo para celebrar a los nuevos, los que vuelven y los que repiten como diputados.
EN ZACATECAS nos urge elevar el nivel de la política. Por el momento lo único interesante es que serán mujeres las que presidirán la mesa directiva. Por lo demás es mínima la expectativa.