La Glosa

DAR LA CARA es un imposible si de David Monreal hablamos y un alto riesgo si de Rodrigo Reyes se trata hoy convertido en "sparring" del bombardeo mediático y político actuando como jamás lo hizo su antecesora, Gabriela Pinedo, recibiendo los golpes que le corresponden al más inteligente de Puebla del Palmar.

SE VOLVIÓ la naturaleza del avestruz el signo más notable del personaje en torno al cual gira un "gabinete" tan limitado como su gobernanza, salvo honrosas excepciones, que ya realiza el desfile ante diputados de su mismo nivel, exceptuando también a muy, pero muy pocos.

COMPLICADO el análisis que aporte algo interesante ante la degradación de la política que exhibe su peor momento. Ya cuando la diputada presidenta le da la palabra al "diputado cepillo" (sin llamarlo por su nombre) constatamos de qué tamaño es la barbarie.

ENTRE los participantes a la glosa, de uno y otro lado, lo que queda es el cuestionamiento de quienes observan el espectáculo más por obligación que por interés en un ejercicio que, en realidad, nunca ha llamado la atención de la ciudadanía.

FARSANTES según el diccionario, son los que "fingen lo que no son" y fue el adjetivo con que furiosamente descalificó Enrique Laviada a Rodrigo Reyes, quien reaccionó recordándole al legislador que le debe su curul al mismísimo David Monreal correspondiéndole con otro calificativo: "traidor".

CÍNICOS son, por otra parte, "quienes actúan con falsedad o desvergüenza descaradas", así les dijo también Laviada a los secretarios que han acudido y que han presentado datos, si bien comprobables y eventualmente ciertos, no se soportan con un discurso convincente y al margen de la demagogia.

INCAPACES de llevar a cabo algo verdaderamente trascendente, funcionarios y diputados lanzan una imagen desastrosa que, insisto, ni le interesa al grueso de la población ni cubre la expectativa sobre la revisión de un informe que fue lanzado al bote de la basura por la diputada Gabriela Basurto.

DIMINUTOS fue otra referencia reciente a propósito de la estatura de los políticos, -pues le hacen honor los actores de esta comedia- sin que ambos poderes abonen algo a un pueblo donde la inseguridad y la sequía se imponen y los aciertos son hechos aislados como el rescate afortunado de quince personas secuestradas.

EN DEUDA se encuentran todos los que coinciden en este espacio donde se realiza un diálogo de sordos y donde la acusación y las evasivas se producen en horas tediosas que sólo se interrumpen al dar la "la nota" por la estridencia del discurso de los más hábiles.

CON dar la cara, los miembros del gabinete no alcanzan a cubrir al que sigue escondido y que los legisladores podrían obligar a presentarse si votan a favor de la muy pertinente iniciativa de Enrique Laviada para que rinda ante el pleno el informe que habrían revisado ellos con diez días de anticipación.

LOS ZACATECANOS merecen respeto; esta pantomima es insufrible. La titular de Educación Maribel Villalpando, que debería aprender a leer texto y cifras, asistió amparada contra el juicio político en marcha debido a la ausencia de hace un año por la que se negó siquiera a disculparse. Decadencia total.