La Protesta
Al fiscal Francisco Murillo Ruiseco le han tocado tiempos de enormes retos que ha debido afrontar sin recursos.
LA CRITCA al titular de la Fiscalía del Estado es tan inevitable como el desgaste que arrastra debido a la situación de violencia extrema que ha padecido y padece Zacatecas y a pesar de la cual David Monreal aplicó recortes presupuestales -con el aval de legisladores- en áreas estratégicas como esta.
AL FISCAL Francisco Murillo Ruiseco le han tocado tiempos de enormes retos que ha debido afrontar sin recursos. No olvido que desde el sexenio pasado me compartió el agobio incluso para dotar de gasolina a vehículos usados en operativos de rutina y de extrema urgencia.
MURILLO ha sostenido a flote un barco en permanente riesgo de naufragar y antes que fortalecerlo le atestaron un golpe más en términos financieros y al mismo tiempo lo han sometido a presiones en casos como el de mi colega Gabriel Contreras acusado, sin éxito, por la delegada del Bienestar, Verónica Díaz.
ES LÓGICA la situación que están protagonizando trabajadores hartos de las sobrecargas laborales y los salarios insuficientes. Llevan cinco años sin un incremento. Señalarlos como agentes de intereses obscuros no funciona ante las condiciones en que laboran.
LA PROTESTA urge respuestas muy concretas. La diputada priista Gabriela Basurto sostiene que hay recurso para cubrir la demanda y no tengo ni la menor duda de que el Secretario de Finanzas, Ricardo Olivares ya lo habría resuelto pero no se manda solo.
ES VÁLIDA la exigencia y en tal caso no convence la postura oficial llevando el tema al terreno de la politización y señalando a quienes han bloqueado el edificio de la Fiscalía como culpables de retrasar la aplicación de justicia que está muy lejos de ser la idónea con o sin bloqueos.
EL GOBIERNO condiciona la revisión de las demandas de los trabajadores a que suspendan la presión anticipando que los eventuales ajustes salariales no serían generales, sino priorizando a los que menos ganan o se arriesgan más, en un planteamiento que, de suyo, no favorece la posible solución.
APLICÓ además, -y sigue sosteniendo, según las declaraciones de Rodrigo Reyes- la fórmula de cuño cuatroteista al endosar el conflicto a una estrategia (en este caso electoral) detrás de la cual podría encontrarse el PRI que manifestó respaldo a los inconformes mediante un comunicado de prensa.
RECORTES como el que se aplicó a la Fiscalía del Estado de Zacatecas debilitan estos argumentos porque, aun concediendo que se tratara de una movilización dirigida por adversarios políticos, lo cierto es que hay materia de sobra para motivar la protesta.
AHÍ ESTÁN las consecuencias de una decisión incorrecta al asfixiar financieramente a la Fiscalía, lo que es responsabilidad absoluta del gobierno estatal como lo es ahora mismo la solución que representa un desafío que pone a prueba el oficio político, especialmente si alguna fuerza "siniestra" está detrás.
LOS RESULTADOS en la materia que le compete a la Fiscalía involucran al estado porque es el que otorga herramientas para que pueda llevar a cabo su grave responsabilidad. Reyes evoca el anhelo del gobernador por pacificar al estado. Este es un buen momento para demostrarlo con voluntad y oficio, reitero.