Las Raíces
AUNQUE López Obrador no tuvo otro remedio que reconocer a Ricardo Monreal como aspirante a sucederlo, lo cierto es que nuestro paisano sigue representando la diferencia entre él y los otros tres que se identifican plenamente con el presidente y la cuatro T.
LOGRÓ Monreal que el gran elector diera instrucciones de considerarlo y comenzar, como los otros, una jornada de proselitismo encaminada a la encuesta que evidentemente será manipulada o en el peor de los casos ni se llevará a cabo para sacar adelante los caprichos de Andrés.
LA INCLUSIÓN no ha sido aclarada por los enterados de los acuerdos que se producen en el círculo de poder de este país; en todo caso, pienso que Ricardo ha tenido la habilidad y el talento para lograrlo y con toda naturalidad hablamos ya de cuatro "corcholatas".
RETRASADA dieciocho meses, tal participación conviene por eso mismo al zacatecano porque ésta particularidad le da la enorme oportunidad de demostrar que aún entre los elegidos por el pseudo dictador él representa una diferencia que lo vuelve atractivo ante los electores.
COMO era natural y en este nuevo escenario, el doctor tenía que comenzar en su tierra el recorrido y sin duda le fue bien en el evento que se convirtió en la remembranza del 98 cuando miles de zacatecanos le dieron su respaldo para romper con una tradición política y establecer un precedente nacional.
ASPIRANTE más que legítimo a la presidencia de la república y aún enlistado entre las "corcholatas", Ricardo marcó desde aquí una diferencia con los otros: él es un hombre acostumbrado al ascenso político contra corriente y la frase "si se puede" en su caso encuentra enorme sentido.
A LA PRESIDENCIA evidentemente debe llegar un personaje identificado con el proyecto obradorista. Los enlistados tienen años de seguir al líder, incluido Ricardo, pero él se distingue de los demás porque tiene ideas propias y carácter para defender sus convicciones.
RICARDO no es igual a los otros porque ha demostrado que piensa por sí mismo y no es lacayo del presidente. Aquí dijo que es el más preparado y por supuesto que tiene razón. En las encuestas ya superó a Adán Augusto y tiene ahora mismo la oportunidad de mejorar sus puntos.
SIGUE en la lucha y me quedo con su planteamiento respecto a que un zacatecano, venido desde abajo y por primera vez en la historia del estado, se encuentra en el primer plano nacional luchando ni más ni menos que por la presidencia de la república.
MOSTRÁNDOSE tan entusiasta como ha sido siempre y con una oratoria que entusiasma, Ricardo no va, como algunos colegas me han comentado, por una senaduría o por la jefatura del gobierno de la ciudad de México, su aspiración es a la presidencia. Está perfectamente definido.
DIFERENTE, insisto, a las otras corcholatas, Ricardo se arropó en el apasionante episodio del 98, tomó impulso y junto a él su hermano el cachoro Saúl que naturalmente va por la senaduría con el beneplácito del líder del clan. Momentos emotivos los que se vivieron el sábado. Monreal sigue despertando emociones.