Miranda
JORGE MIRANDA CASTRO encabeza el gobierno municipal de Zacatecas en los peores tiempos desde distintos puntos de vista. Siendo la capital la caja de resonancia del quehacer público, este espacio suele favorecer el posicionamiento político, sin embargo para él no ha sido nada fácil.
ASUMIÓ el cargo con el deseo de trabajar por el municipio que siempre soñó gobernar y naturalmente debe plantearse la reelección primero que nada porque es un paso casi obligado para quienes tienen la posibilidad de hacerlo y porque seguramente desea consolidar sus compromisos y sus objetivos.
SU RESPONSABILIDAD -como la de todos sus homólogos- ha sido especialmente compleja en el tiempo de la 4T donde los recursos se han limitado y hasta cancelado programas esenciales dificultando el quehacer de la célula básica que representa este nivel de gobierno.
COMO ALCALDE Jorge ha tenido un buen desempeño. Aunque en las primeras mediciones de casas encuestadoras no salió bien librado, poco a poco ha logrado una mejor percepción en la medida que los habitantes de la capital han tenido elementos diversos para valorarlo.
JUNTO con el grupo que se instaló en los puestos de elección popular, Miranda Castro arribó a la presidencia municipal como parte de la alianza entre morena y el Partido Verde al que pertenece y que se fortaleció en las recientes elecciones de Coahuila y el Estado de México.
CON DAVID Monreal como figura central de este tiempo en el estado, los políticos afines a morena son medidos bajo un mismo rasero, tal y como ocurre en el caso del Presidente de la República que sigue otorgando triunfos a sus candidatos con el gran peso de su sola figura.
EN EL GOBIERNO zacatecano ocurre todo lo contrario y para los presidentes municipales enfrentarse a la realidad prevaleciente en una administración estatal compartida y en la que impera la arrogante intromisión, debe ser extremadamente difícil salir adelante.
CARGANDO con esta dificultad que se suma a las muchas que afronta, Jorge Miranda ha cuidado la relación buscando todas las alternativas posibles para llevar a cabo las acciones que le competen, otorgándole a su gobierno un sello de sana armonía con el Ejecutivo y el propio Ayuntamiento.
INEVITABLEMENTE Miranda, que usó más la camisa guinda que la verde en su campaña, se asoció al grupo gobernante, pero ha transcurrido tiempo suficiente para demostrar que lo que ha hecho se llama política sin ubicarse en el centro como ocurrió con Julio N que fue hijo predilecto de la secta.
LOS NEGATIVOS que ha cargado Jorge están asociados con los elementos que he sintetizado sin perder de vista los retos que aún le falta cumplir y para los cuales aspira a contar con otro período. Me parece legítimo buscar la reelección y no veo ninguna figura relevante en la oposición.
DEL GOBERNADOR y sus desaciertos, insisto, se generan reacciones en cascada, pero los zacatecanos son inteligentes y han podido evaluar muy bien a los alcaldes como Jorge, Saúl y Julio N que han tenido la oportunidad de encabezar los tres municipios más importantes de Zacatecas.