Mis Respetos
HE VISTO en el desprendimiento de dos legisladoras de morena un rasgo que no reflejaron las distintas y respetables opiniones al respecto y me refiero a la dignidad. El enorme desprestigio que sufre la política es resultado de la ausencia de esta condición que enaltece a los seres humanos.
UNA ESPERANZA de la mayor relevancia aportan Priscila Benitez e Imelda Mauricio al Zacatecas sumido en un ejercicio de poder arbitrario, prepotente, soberbio y vengativo encarnado en una mujer que arribó, se instaló y se mueve de esa forma.
Y VALORO mucho a quienes atienden a su conciencia y se conducen con independencia de ideas, altura de miras y una estatura que los lleva a tomar decisiones para aislarse de la mediocridad como también es el caso de Enrique Laviada que por supuesto jamás estaría sujeto a la arrogancia y la manipulación.
A LAS diputadas que salieron del grupo donde campea el servilismo mi reconocimiento. Espero que Priscila Benitez, a quien no tengo el gusto de conocer personalmente, dimensione lo que representa para muchos zacatecanos verla hablar con la firmeza que lo hizo, de frente y sin miedo.
LEGISLADORAS como ella y como Imelda Mauricio sí reivindican a las mujeres que nos sentimos tan desilusionadas de otras incapaces de entender el enorme compromiso que significa sentarse en una curul y actuar por convicción y sin arrodillarse.
VALIENTES y determinadas, han dejado muy claro su compromiso con David Monreal Ávila. Yo espero que él sea capaz de entenderlo y comprender -ahora sí- la enorme necesidad de asumir el liderazgo que ha cedido en manos no solamente inexpertas sino dañinas para la salud política del estado.
DECIDIDAS a mantener su lealtad con Monreal tomaron el camino de quienes no aceptan el atropello -a diferencia de aquellos sin carácter ni amor propio- en un momento en que observamos un manejo unilateral y caprichoso de la autora del fracaso gubernamental.
Y FIRMES como pocos en un medio tan decadente como el político, lo que hicieron estas dos zacatecanas cambia la composición de la LIV Legislatura y lanza un mensaje que otros y otras deben entender para rescatar lo que han perdido al agachar la cabeza como lo están haciendo.
CON este acontecimiento que confirmó la manera en que David Monreal comparte el poder en una actitud totalmente lamentable, es evidente que Verónica Díaz no tiene el nivel ni el talento político para aspirar a una posición de relevancia como el Senado de la República.
LIBERTAD, dijo en una entrevista el legendario Jacobo Zabludovski, significa tener la capacidad de decir "que no". Estas legisladoras le han dicho que no a Verónica Díaz sin renunciar a su línea directa con David. Hicieron lo correcto y me enorgullece que sean mujeres.
MIS RESPETOS a ellas y a los que se paran en la tribuna del legislativo a presentar planteamientos y propuestas con el respaldo de la congruencia, las convicciones y, repito, la dignidad que otros no tienen haciendo del suyo un desempeño vergonzoso.