Polarización y Odio
LOS personajes auténticamente comprometidos con la gente y que deciden agotar sus inclinaciones de servicio a través de la política, están obligados a demostrar un margen mínimo de educación y decoro al presentarse ante los electores. La supuesta espontaneidad irreverente es la antesala de la polarización.
IMPRESENTABLES como Marco Flores, cantante de una banda de música popular tan ordinaria como él, seducen a candidatos como David Monreal que debiera ser cuidadoso y hacer el intento por elevar el nivel del debate y la competencia electoral.
SE VOLVIERON estrellas en Morena. Ahí tenemos los casos de Fernández Noroña o Salgado Macedonio y Zacatecas, tristemente se suma a la lista con el tal Marco Flores que se ha vuelto la sombra de Monreal y que tiene asegurada una curul como diputado plurinominal.
INDISPENSABLES debieran ser los estrategas serios, inteligentes, creativos -que los hay en esta propuesta electoral- sin embargo alguien decidió que la mancuerna perfecta para el candidato tendría que ser ese sujeto que goza de popularidad entre la gente sencilla que gusta de la música de banda.
PARA este hombre no hizo falta mayor incentivo que la indicación del aspirante a gobernador a que se comportara espontáneamente, para lanzar bravuconadas y mandar a la chingada (tengo que hacer la cita textual) a los adversarios y especialmente a Gustavo Uribe Góngora en su propia tierra: Pinos, Zacatecas.
MORENA, insisto, tiene debilidad por esta clase de individuos y lo suyo es la confrontación. Por cierto no existe ninguna diferencia respecto a la proclividad del propio Andrés Manuel López Obrador a generar división entre sus huestes y los que él llama conservadores.
Y AQUÍ ya comenzó esa ofensiva. En Pinos únicamente estaban en el templete David y ese tipo que se dio gusto motivando a los presentes a entusiasmarse con la vulgaridad de sus expresiones que no están a tono con la nobleza de los habitantes del lugar.
TENEMOS que reflexionar sobre esta clase de situaciones y me parece correcto que Gustavo Uribe manifestara de inmediato una postura en la que convoca a no caer en confrontaciones ni permitir que algunos actores políticos que hacen llamados a la “unidad”, hoy nos lleven por el camino de la división y la mentira.
UN CASO lamentable el de Pinos que evidencia un hecho cierto: ya estamos viendo una campaña que le apuesta a la denostación, la polarización y el odio entre las y los zacatecanos.
REPROBABLE por completo lo que ocurrió en esta hermosa tierra donde un tipo tan desagradable induce el conflicto en contra de Gustavo Uribe que muestra un rostro totalmente distinto al reivindicar la política que se realiza con acuerdos y las campañas honestas y respetuosas.
EN PINOS por lo pronto tenemos una muy buena referencia para valorar a los candidatos y a los acompañantes que privilegian en sus equipos cercanos como lamentablemente lo está haciendo David Monreal Ávila con el tal Marco Flores.