Saúl
AZAROSO, como es –y sin "transformación" que lo cambie, lo político en México sigue en manos del alto nivel cupular que llevó a Saúl Monreal a una participación electoral que sin temor a equivocarme, representa para él un nuevo impulso porque su determinación es firme.
SEGUNDA FÓRMULA al Senado de la República ¡Vaya sorpresa en distintos sentidos! Ulises mostraba encuestas con sobrada ventaja. Su padre Toño Mejía me ha dicho ahora "la política es de tiempos y de circunstancias" ¿Y los tan celebrados métodos de la 4T?.
PARA SAUL también había buenos números en las mediciones. Su destino parecía ligado al de Verónica Díaz que no alcanzó posición alguna ni usando el nombre de Vero Trujillo. "Triunfó Ricardo", escribió mi colega Claudia Valdez; el doctor perdiendo gana, digo yo.
RODEADO de un ambiente complejo, el cachorro ya vive intensamente un renovado proselitismo que va contra viento y marea, del que depende el futuro del monrealismo. El menor obtuvo un espacio desde el cual seguirá la lucha del clan que otro destruye.
POR FUEGO del que se produce con fuerza desde dentro de los grupos de poder, Saúl se enfrenta a muchísimos que se frotan las manos para verlo derrotado y que pueden influir en ello, pero también está rodeado de seguidores leales que lo quieren ver llegar.
AMIGO ante todo, el cachorro carga sobre sus espaldas con negativos, rencores y guerra sucia que detesto aún si va en contra de los nefastos, porque pienso que las batallas electorales deben librarse con talento, propuestas, entusiasmo, vigor, cariño por Zacatecas.
DECIDIDO a enfrentarlo todo, el cachorro es protagonista de hipótesis y especulaciones sobre su presencia en la contienda. Los asesinatos de allegados lo golpean como a toda la familia pero no lo tumban. Va con todo y esa resistencia me hace admirarlo.
A MANTENERSE consciente de que no tiene otra alternativa que ganar, sigue de pie y no se debilita ¡Que va! Como en el periodismo el quehacer político es cuestión de madera, de vocación a toda prueba, de persistencia, de caídas y de resurgimientos.
EN LA RAYA se encuentra mi buen amigo, lo digo sin ningún prejuicio, Logró entrar y si bien esperaba el lugar que ocupa Soledad Luévano, no desmaya. Es un Monreal y esa condición en estos momentos representa un reto más enorme que el de 1998 ¡Vaya hazaña por alcanzar!
ES SU CONVICCIÓN y ahí radica su fuerza. Cuando escribo sobre él recibo mensajes que me confrontan, que lo desestiman y me cuestionan, ocurre simplemente que creo en las vocaciones genuinas y en los genes familiares ante los que no se puede ir en contra.
SU CIRCUNSTANCIA remitiéndome al razonamiento de mi estimado Toño, lo llevó a este momento inexplicable para la mayoría ¿Por qué Soledad, porque Catalina Monreal, por qué Saúl? Porque en el juego de la política todo puede suceder y lo volvemos a comprobar.