Señora Sara
AL ARRANCAR la que llaman "goberanza" di mi opinión acerca de la buena voluntad por servir de parte de quien con gusto llamo "primera dama" porque fue la única en acudir oportunamente con apoyos y cariño para las familias de Genaro Codina, afectadas en ese momento por inundaciones.
ESTE GOBIERNO dije entonces, tiene y tendrá su mejor rostro en la señora Sara Hernández. A más de dos años lo reafirmo al observar su discreta labor en territorio estatal y también a favor de los damnificados por el huracán "Otis", en Guerrero.
ESCRIBÍ como lo hago siempre, con honestidad y sinceridad, porque me anima ver a los servidores públicos que entienden la importancia de estar presentes en tiempos complejos haciéndolo sin lucrar con la necesidad de la población que sabe distinguir esto.
SOBRE las actividades de la Presidenta Honorífica del SEDIF recibo vasta información como la más reciente dando cuenta de que distribuyó más de 35 mil apoyos invernales en 24 municipios como parte de una labor que cubrirá todo el estado en conjunto con los ayuntamientos.
LA SEÑORA esposa del gobernador es sencilla pero elocuente y correcta al hablar en público. Recientemente la escuché en el programa de mi querido colega Mario Padilla y me impresionó porque las palabras proyectan todo. "De la abundancia del corazón habla la boca".
SARA HERNÁNDEZ en aquella ocasión hacia la convocatoria a donar artículos para trasladarlos a Acapulco infundiendo confianza y mostrando la directriz ordenada y convincente que deberían tener muchos integrantes del fallido gabinete donde algunos no saben ni leer.
EN POSITIVO entonces es mi opinión porque vaya que he conocido a muchísimas mujeres en la vida pública estatal y nacional incapaces algunas hasta de cuidar las formas que en política son fondo y que las exhibe de una sola pieza a la menor provocación.
TAMBIÉN cuestiono a las que se cuelan con intereses muy específicos, manipuladoras, ignorantes y capaces de todo con tal de lograr sus objetivos haciendo daño donde quiera que se presentan e influyendo negativamente a los pobres de criterio y de dignidad.
LA MENCIONÉ el pasado ocho de septiembre (a la señora Sara me refiero ahora), porque vi muy poca presencia suya en las imágenes proyectadas durante el mensaje anual que pronunció su esposo y en las que era otra la presente desplazándola a ella groseramente.
EN EL INFORME de aquella ocasión, sin embargo, el público fue generoso en el aplauso al mencionar a la primera dama porque los zacatecanos no son ingenuos y saben reconocer la autenticidad y por eso difícilmente se han incrementado cifras en las encuestas.
HOY LO CONFIRMO al ver la preocupación de Sara Hernández por llegar a las comunidades y llevar la manifestación de afecto que supera cualquier otro insumo porque la gente está huérfana de liderazgos y padeciendo múltiples agobios. Bien por ella.